Santiago de Chile,- La compañía chilena Ojos del Salado, encargada de la mina en la que la semana pasada se encontró un misterioso cráter gigante de 64 metros de profundidad, aseguró este lunes que el agujero prácticamente no ha crecido tras informaciones de varios medios que apuntaron a que pudo haber doblado su tamaño.
La profundidad del socavón, ubicado en el desierto de Atacama (norte), “ha sido prácticamente la misma desde el 30 de julio”, pasando de 64 metros a 62 metros por el asentamiento de material caído desde las paredes superficiales, explicó la compañía, ligada a la canadiense Lundin Mining.
El agujero ha ido tomando la forma de un cilindro, con un diámetro de 48 metros en su interior y un diámetro en la superficie que partió de 32 metros y ha alcanzado los 36,5 metros, detalló un comunicado oficial.
“Podemos concluir que el tamaño original del socavón no ha tenido variaciones significativas desde el sábado hasta la fecha”, señaló la minera, que aseguró haber realizado mediciones diarias con un dron láser.
La Mina Alcaparrosa, un yacimiento subterráneo de cobre, interrumpió sus actividades el 31 de julio tras la aparición de forma repentina de este cráter situado a 600 metros de una zona poblada en la localidad de Tierra Amarilla, en la desértica región de Atacama, unos 800 kilómetros al norte de Santiago.
El pasado martes, el servicio nacional chileno de Geología y Minería (Sernageomin) inició una investigación oficial, que de ser dolosa podría incluir graves sanciones.
Las primeras pesquisas apuntan a que puede tratarse del colapso de una casona o caverna que aparece una vez que se extrae todo el mineral.
“Quiero dar la certeza de que como organismo fiscalizador vamos a llegar hasta las últimas consecuencias que puede traer esto para la minera, que tienen que ser ejemplificadoras”, afirmó este lunes la ministra de Minería, Marcela Hernando.
El alcalde de Tierra Amarilla, Cristóbal Zúñiga, insistió hace días en su preocupación y aseguró que numerosas voces de la comunidad llevan años denunciando el peligro que supone vivir en una zona rodeada de yacimientos mineros que trabajan a gran profundidad.
El socavón “sigue en crecimiento y es algo que no se había visto en nuestra comunidad. Solicitamos que se pueda esclarecer cuál es el motivo y por qué se produjo”, insistió.
En noviembre de 2013 ocurrió un hecho similar, también en Tierra Amarilla, al aparecer un cráter de 20 metros de largo y 30 de ancho con una profundidad de 30 metros a causa del colapso de un caserón situado a 450 metros de la superficie.
El cráter apareció en un cerro ubicado en una de las siete faenas mineras más importantes de había entonces en Tierra Amarilla a cargo de la compañía Pucobre, a la que se obligó a cerrar el agujero de forma inmediata.
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