A pesar de la tensión entre Haití y la República Dominicana debido a la construcción de un canal en el río Masacre, las medidas tomadas por la República Dominicana no han detenido la construcción, que continúa «a toda marcha». El proyecto tiene como objetivo desviar las aguas del río Masacre para irrigar los cultivos del lado dominicano. La situación ha generado tensiones en la frontera y ha llevado a un flujo significativo de haitianos cruzando hacia la República Dominicana, lo que ha resultado en deportaciones en algunos casos.
La falta de información precisa sobre la posición del Gobierno dominicano en relación con la construcción del canal ha contribuido a la incertidumbre en la región. A pesar de la preocupación y la tensión en la zona, la construcción del canal continúa avanzando.
