Madrid,- Los incendios son especialmente virulentos este verano en España y, a pesar del alivio térmico registrado, las altas temperaturas aún reinantes en algunas zonas, los vientos cambiantes y la humedad están complicando la extinción de las llamas, que ya han arrasado este año más de 240.000 hectáreas
El fuego ha hecho acto de presencia este verano en España de norte a sur, pero ahora la máxima preocupación se centra en tres regiones: la Comunidad Valenciana (este del país), Aragón (centro-este) y Galicia (noroeste).
Ante esta situación, miles de efectivos y cientos de medios aéreos y terrestres combaten las llamas, como ocurre en la Comunidad Valencia, donde los peores incendios se viven en estos momentos en las provincias de Alicante (en concreto, en Vall d’Ebo) y Castellón (en Bejís).
Solo en estos dos incendios participan en las labores de extinción un millar de personas y casi medio centenar de medios aéreos.
El fuego de Vall d’Ebo ha calcinado cerca de 10.000 hectáreas, tiene un perímetro de 65 kilómetros y en su extinción participan veintidós medios aéreos, mientras que el de Bejís ha arrasado entre 700 y 800 hectáreas, tiene un perímetro de 20 kilómetros y lo combaten veinticinco medios aéreos por la gran dificultad de la orografía, que impide que actúen los terrestres.
Además, los incendios han obligado a evacuar a los vecinos de una decena de poblaciones de ambas zonas, ante la amenaza de las llamas y el humo.
Se trata de dos fuegos que aún están en situación de «avance» y la «pieza clave» para resolverlos va a ser la evolución de la situación meteorológica, en estos momentos «muy adversa», con vientos cambiantes, temperaturas muy altas y una humedad de en torno al 10-15 %, lo que complica las tareas de extinción, según el presidente regional de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig.
Mientras tanto, en Aragón el incendio de Añón de Moncayo (provincia de Zaragoza) ya ha calcinado unas 6.000 hectáreas y tardará en considerarse extinguido porque queda pendiente la consolidación de los perímetros, alrededor de 50 kilómetros, aunque se prevé que pueda darse este martes por controlado
También aquí fueron desalojadas 1.500 personas de ocho municipios afectados, que ya han podido regresar a sus domicilios ante la mejora de la situación.
En la norteña Galicia todavía quedan tres incendios por apagar (dos en la provincia de Lugo y uno en la de Orense), aunque hoy se haya conseguido extinguir otros tres, con 2.165 hectáreas quemadas.
Tampoco se libran del fuego otras regiones como Asturias (norte de España), donde siguen activos cinco fuegos, algunos desde hace una semana, a pesar de que están controlados y ninguno puede considerarse de importancia.
Después de diez días de intensas labores, se ha podido dar por controlado y sin llama el incendio de Boca de Huérgano, en la provincia de León (región de Castilla y León, centro-norte de España), que ha calcinado unas 1.100 hectáreas en un perímetro de 37 kilómetros.
Pero, además, España sufre las consecuencias de los fuegos que también arrasan amplias zonas de Portugal.
Así, el olor a incendio y humo llegó hoy a diferentes puntos de la región de Madrid, pues la dirección y la fuerza del viento atravesó la mitad de la península Ibérica y se dejó notar en el centro de España, según fuentes de los servicios de emergencia.