Bilbao (España)- Oihana Goririena, la pareja del periodista español Pablo González, en prisión preventiva en Polonia desde el 28 de febrero acusado de espionaje para Rusia, reclamó este sábado al Gobierno español que interceda para que se respeten sus derechos y pueda tener un proceso judicial «justo».
El periodista, que trabajaba para varios medios y que también tiene la nacionalidad rusa, fue detenido por la Agencia de Seguridad Interna (ABW) polaca, que le acusa de trabajar para la inteligencia militar de Rusia (GRU).
En declaraciones a EFE, Goiriena afirmó hoy que la petición de la Oficina de la Fiscalía de Polonia de prolongar la detención en prisión preventiva del periodista no la ha cogido «por sorpresa».
«Lo sabíamos. Desde el principio me lo puso bastante claro tanto el cónsul como el abogado polaco -que asiste a González- que suele ser así. En Polonia no se considera que seis meses de prisión sea un plazo largo», señaló.
Goririena se mostró convencida de que el juez aceptará la petición de la Fiscalía polaca en la sesión que se celebrará para que la solicitud de prolongar la prisión provisional sea examinada por el tribunal regional de Przemysl, el próximo 23 de agosto.
Por eso pide que el Gobierno español «interceda» en este caso, no para que haga «de abogado defensor, que para eso ya tiene a su abogado», sino para que «se respeten sus derechos mínimos que son los de comunicación directa con la familia, que tenga a su abogado de confianza ejerciendo su labor su defensa y un proceso judicial justo».
Goiriena explicó que sigue sin poder mantener un contacto directo con su pareja y que solo se comunican por cartas «que llegan con dos meses de retraso» por «la censura» a la que son sometidas. Las últimas las recibió en junio pasado, puntualizó.
La pareja de González señaló que a través de esas misivas ve al periodista «un poco desanimado».
Está «bien» físicamente, «pero de ánimo se le está haciendo cuesta arriba estar seis meses sin contacto con la familia, sin hablar y ver a sus hijos», remarcó.
González fue detenido en Przemysl, localidad en la frontera polaco-ucraniana, donde estaba cubriendo el éxodo de refugiados ucranianos hacia Polonia durante los primeros días de la invasión rusa de Ucrania.
Inicialmente fue retenido durante tres meses, un período que ya fue prolongado a principios de junio durante otros tres meses más. La defensa de González apeló la decisión, sin resultado positivo.
