Astaná, (EFE).- Las autoridades de Kazajistán, país afectado por las peores inundaciones en décadas, han enviado a 500 militares y rescatistas a la ciudad noroccidental de Oral tras la ruptura de un dique en la urbe.
De acuerdo con el Gobierno kazajo, el nivel del agua en el río Ural habría «superado la marca crítica de los 8,5 metros».
Centenares de viviendas en Oral y sus inmediaciones han sido anegadas y cerca de 1.500 lugareños se encuentran en centros de alojamiento temporales por las consecuencias del desastre natural que afronta estos días el mayor país de Asia Central.
Según los pronósticos, el pico de las inundaciones puede alargarse en el tiempo, por lo que continúan los trabajos de construcción de diques en las zonas amenazadas por la llegada del agua.
Según el Ministerio de Situaciones de Emergencias, el estado de las otras seis regiones de Kazajistán sigue siendo alarmante.
Las inundaciones afectaron a varias regiones del norte, del oeste y centro del país, pero fundamentalmente a la provincia de Kazajistán Septentrional, fronteriza con Rusia.
Hasta el momento, unas 23.000 personas han podido regresar a sus hogares, pero cerca de 9.000 permanecen en centros de alojamiento, habilitados para prestar asistencia a las víctimas de las inundaciones.
El presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáyev, aseguró la semana pasada que la alerta por inundaciones en la república centroasiática se mantendría hasta finales de abril.
Tokáyev recordó que ya canceló el Foro Internacional de Astaná y llamó al Gobierno a cancelar o limitar otras actividades importantes con el fin de destinar los recursos a paliar las consecuencias de las inundaciones.
También llamó a las instituciones estatales a aprender esta lección con el fin de estar listos para futuros desastres naturales.
