La ciudad de Ciudad Limpia, bajo la administración de Manuel Jiménez, se destacaba por su limpieza, con solo algunos puntos problemáticos cerca del Faro a Colón y en ciertas áreas de la Circunscripción 3 donde a veces se encontraban vertederos ocasionales. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente con la aparición repentina de una crisis de basura, ¿o es acaso una estrategia elaborada?
Origen de la crisis
La evidencia sugiere que esta crisis no es natural, sino más bien una artimaña para justificar la contratación de camiones de empresas privadas. La gestión anterior de Jiménez había implementado un eficiente sistema de manejo de residuos, lo cual no beneficiaba a ciertos grupos con intereses ocultos. Ahora, estos grupos, amenazando con volver, buscan desacreditar el proyecto de gestión municipal para sus propios fines.
Intereses ocultos y contrataciones privadas
La situación plantea preguntas incómodas: ¿Por qué de repente aparece basura en lugares donde antes no era un problema? ¿A quién beneficia realmente esta crisis? Todo apunta a que las contrataciones de empresas privadas son convenientes para ciertos actores que buscan obtener ventajas económicas a expensas del bienestar de la ciudad.
Impacto político y social
La crisis de basura no solo afecta la imagen de la ciudad, sino también la credibilidad de la gestión municipal y, en última instancia, la confianza de los ciudadanos en sus líderes. La falta de transparencia y la aparente manipulación de la situación para fines particulares son preocupaciones serias que deben abordarse con urgencia.
