Voz de America; KINSHASA, CONGO — El más reciente brote de Ébola en el Congo aún no es lo suficientemente grave como para ser declarado una emergencia sanitaria mundial, anunció la Organización Mundial de la Salud, el viernes, mientras funcionarios de salud se apresuraban a contener el virus, a menudo mortal, que se ha propagado a una ciudad de más de 1 millón de habitantes.
El vasto y empobrecido país ahora tiene 14 casos confirmados de Ébola, con docenas de otros posibles o sospechosos.
Funcionarios de la OMS dijeron que las inoculaciones podrían comenzar el domingo en una prueba clave de una vacuna experimental.
La agencia de salud calificó el riesgo para el público en el Congo como «muy alto» y el riesgo regional alto, con un riesgo global bajo. La República del Congo y la República Centroafricana están cerca y se encuentran entre los nueve países vecinos alertados.
La OMS dijo que no debería haber restricciones internacionales de viaje o comercio.
El Dr. Robert Steffen, que presidió una reunión de expertos, dijo que hay «buenas razones para creer que esta situación puede controlarse».
Sin una respuesta vigorosa, «es probable que la situación se deteriore significativamente», agregó. Si el brote se propaga internacionalmente, el comité de expertos se volvería a reunir para reconsiderar su evaluación de la epidemia.
Congo ha contenido varios brotes anteriores de Ébola, pero la propagación de la fiebre hemorrágica a un área urbana plantea un gran desafío. La ciudad de Mbandaka, que tiene un caso confirmado, se encuentra a una hora de vuelo desde la capital, Kinshasa, y se encuentra en el río Congo.
Para que una crisis de salud constituya una emergencia sanitaria mundial debe cumplir tres criterios estipulados por la OMS: debe amenazar a otros países a través de la propagación internacional de enfermedades, debe ser una situación «grave, inusual o inesperada» y puede requerir atención internacional inmediata.