POR JUAN T H
SANTO DOMINGO. La palabra mucama tiene su origen en Angola, pueblo africano que fue colonia portuguesa que a su vez tuvo el dominio de Brasil donde llegaron los primeros esclavos de ese continente. La “mukama” era la amante de su señor o amo del sistema esclavista que aún se mantiene en algunos lugares no tan lejanos del mundo.
Hoy día una “mucama” es una “sirvienta”, palabra que tiene entre sus múltiples denominaciones la de “criada”, “muchacha del servicio”, “nana”, camarera, etc.
Generalmente las sirvientas realizan tareas tales como comprar los alimentos, cocinar, servir la mesa, lavar la ropa, planchar, trapear, fregar los trastos, hacer los mandados, limpiar los inodoros de la casa u oficina, atender el teléfono, cuidar los niños, bañar a los perros, gatos y demás mascotas, entre otras.
Una mucama, “amante de su señor”, o una sirvienta, es una esclava del siglo 21, un fenómeno social propio de países subdesarrollados. (Ya existen robots mucamas)
En los hoteles, cruceros y resort las mucamas limpian las habitaciones, cambian las toallas, los jabones y demás elementos del baño. También hacen de camareras en los restaurantes.
Modernamente hay mucamos, es decir hombres que hacen el trabajo. En algunos países a los hombres que hacen de mucamos se les considera homosexuales sin que necesariamente lo sean.
Solo los señores de cierta posición económica y poder político, tienen mucamas o sirvientas. Los pobres no pueden darse ese lujo.
Viendo las actividades públicas del honorable señor presidente de la República Danilo Medina inaugurando obras por aquí y por allá, juramentando candidatos de su Partido de la Liberación Dominicana aquí y allá, donde acude el presidente del otrora poderoso Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Miguel Vargas, me surge casi sin quererlo la imagen de la “mukama” africana o la sirvienta occidental.
Vestido de negro, con corbatín incluido, si usara guantes y un paño blanco alrededor del antebrazo, solo le faltaría la bandeja de plata y las copas con el buen vino tinto para servírselo a su amo y dueño el presidente Medina.
La imagen, por supuesto, es vergonzosa y lastimosa.
El PRD se fundó en La Habana, Cuba en el año 1939 para enfrentar la dictadura oprobiosa de Trujillo. Regresó al país tras su muerte en 1961 con los esbirros persiguiendo, apresando, torturando y matando opositores. El PRD escribió desde entonces páginas gloriosas de la historia política dominicana pagando un precio muy alto en sangre, dolor y luto. La historia de los últimos 75 años no se puede escribir sin el PRD de Juan Bosch, Ángel Miolán y Peña Gómez entre otros.
Ver al PRD hoy convertido en una empresa al servicio de los intereses económicos de su presidente y del grupo que lo acompaña, no del pueblo dominicano, en una tarea innoble y desleal, una traición a la memoria de sus antiguos dirigentes.
Ver al PRD negar su historia, ignorar a sus héroes y mártires, es una tragedia política, una puñalada en el corazón del pueblo.
Ver al presidente del PRD de hoy convertido en “Mukamo” o sirviente de Danilo Medina, más que una vergüenza, es un acto repugnante que debe producirle vómitos en la conciencia a todos los hombres y mujeres dignos no importa su militancia política, su posición económica, ni su credo. ¡Wakala! ¡Qué asco!