Santo Domingo, El bombardeo de La Moneda (1973), sede del Gobierno chileno, o la visita a zonas deprimidas de El Salvador (1980) del asesinado y recién canonizado monseñor Arnulfo Romero, figuran en una exposición itinerante que llega a República Dominicana.
«Transiciones: de las dictaduras a las democracias en América Latina», que se exhibe estos días en el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, está compuesta por fotografías -algunas impactantes- y sus respectivos textos, que procuran interesar sobre las similitudes y diferencias de los procesos políticos y sociales determinantes en la historia latinoamericana.
La iniciativa surgió hace pocos años en América del Sur a través de la Red Latinoamericana de la Coalición Internacional de Sitios de Conciencia, que trabaja en la recuperación y construcción de las memorias colectivas acerca de las violaciones a los derechos humanos y las resistencias, ocurridas en la región durante los períodos de regímenes de fuerza.
La exposición ocupa dos salones del Museo de la Resistencia, ubicado en la Ciudad Colonial de Santo Domingo, y donde también se observan imágenes de Aurelio Tavárez Justo, esposo de Minerva Mirabal, cuando señalaba con el dedo a los acusados de asesinarla a ella y a sus hermanas, Patria y María Teresa, en 1960, en las postrimerías de la tiranía de Rafael Trujillo (1930-1961).
En 1999, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituyó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en conmemoración de las tres activistas dominicanas asesinadas cruelmente por esbirros del dictador.
Para la directora del museo, Luisa De Peña Díaz, en América Latina «hay peligros» sobre el regreso de la dictadura, y afirma que «ejemplo de ello» fue la destitución de la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, por parte del Congreso de ese país.
«Ese fue un golpe de Estado, no uno como los que se ejecutaban en el siglo XX, ese fue uno producido en el siglo XXI (…) vemos, definitivamente, regímenes en América Latina que desconocen los derechos humanos y políticos de sus ciudadanos», expresó De Peña a Efe.
De Peña cree «preocupante» la ocurrencia reciente en Latinoamérica de «ciertos movimientos» orientados hacia el fanatismo y la extrema derecha, aunque opina que cada día hay mayor conciencia ciudadana sobre el valor de la democracia, «gracias a todo lo que se vivió y las reflexiones posteriores».
Imágenes sobrecogedoras del largo conflicto armado en Guatemala; las reacciones a la matanza de 45 personas en Acteal, México, en 1997, así como manifestaciones multitudinarias en Argentina en favor del entonces candidato presidencial Raúl Alfonsín (1983), también sirven para hacerse una idea del trajinar latinoamericano.
El propósito de los creadores de la exposición va dirigido a evitar el olvido y con ello la repetición de patrones que, de alguna manera, tiendan a estimular el resurgimiento de regímenes dictatoriales en América Latina.
«Hoy en día hay más conciencia en favor de la democracia gracias a todo lo que se vivió y se reflexionó sobre lo vivido en muchos de nuestros países, creemos que hemos avanzado y hay mucho de fortaleza democrática en América Latina», opinó De Peña.
El trabajo permanecerá disponible al público dominicano hasta julio venidero tras un periplo por Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil, Perú y Colombia.
«En el Cono Sur asumieron el proceso de transición y aplicaron la justicia transicional, revisión de los crímenes, y esto se ha traducido en sociedades más demócratas, más conscientes, contrario a República Dominicana donde decidimos no asumir un proceso de transición buscando no solo justicia, también rescate, memoria y búsqueda de la verdad», se lamentó la directora. EFE