Indio (EE.UU.), El rap de Cardi B, figura emergente de origen dominicano, y el del veterano Eminem, acompañado por las leyendas 50 Cent y Dr. Dre, echó anoche el cierre por todo lo alto al Festival de Coachella (EE.UU.), uno de los eventos musicales más importantes del mundo.
El Empire Polo Club de Indio (California, EE.UU.) asistió así al broche de un fin de semana en el que brilló, por encima de todo, la histórica y monumental actuación del sábado de Beyoncé, aunque en el desierto californiano también actuaron nombres destacados como The Weeknd, David Byrne, HAIM o The War on Drugs.
«Cardi B. Bronx», se leía con mayúsculas en las gigantescas pantallas del escenario principal de Coachella a las seis de la tarde, una hora temprana para una cantante que, pese a no ser a priori una de las cabezas del cartel, ha irrumpido en el mundo del rap con una fuerza arrolladora.
Su disco debut, «Invasion of Privacy», se editó el 6 de abril (y ya es número uno de ventas), pero eso no fue un impedimento para que el público se entregara por completo a una demostración de rap desafiante, lascivo y sin complejos.
Con Chance The Rapper y G-Eazy como invitados y un incansable grupo de baile que se atrevió hasta con malabares y barra americana, Cardi B abordó temas jaleados por sus fans, muy jóvenes en su mayoría, como «Be Careful», «I Like It» o «Bodak Yellow».
Y si la rapera latina representa el futuro del rap, junto a otros artistas que participaron en Coachella como Vince Staples o Tyler the Creator, Eminem defendió hoy más de dos décadas de éxito y popularidad y lo hizo, sin escatimar recursos, acogiendo sobre las tablas a dos mitos de este género: 50 Cent y Dr. Dre.
Con un decorado simulando un fondo industrial en progresiva descomposición y un público asombrado ante esta reunión de raperos «all-star», Eminem exhibió su estilo frenético y afilado combinando temas recientes como «Walk on Water» con hitos de su larga colección de éxitos: «Stan», «The Real Slim Shady», «My Name Is…» o «Lose Yourself».
Pero sus mejores momentos llegaron junto a 50 Cent y Dr. Dre., con quienes encaró canciones como «I Get Money» y «Medicine Man» así como un tema muy apropiado para Coachella: «California», del desaparecido rapero Tupac Shakur.
De origen mexicano, tal y como se encargó de recordar al mencionar que su padre nació en Michoacán, Miguel cautivó con su R&B elegante e inspirado que resultó perfecto para poner a bailar a cientos de sus fans.
«¡Latinos, haced ruido!», gritó Miguel, que fichó como invitada a la colombiana-estadounidense Kali Uchis y que interpretó canciones como «Caramelo Duro» o «Waves».
Además de Cardi B y Miguel, la delegación latina del Coachella compareció anoche con multitud de representantes, tan mestizos en su sangre como en sus propuestas que hilaron estilos como el soul, el rock, la música electrónica, el R&B o el rap.
Las gemelas con ascendencia cubana Ibeyi, el jovencísimo chicano Cuco, los puertorriqueños Buscabulla o la rapera de origen boricua Princess Nokia dejaron muy buenas sensaciones en cuanto al panorama musical latino.
La programación del Coachella, un evento claramente orientado hacia el público «hipster» e «indie», incluía este año algunas sorpresas curiosas como la actuación de Kamasi Washington, toda una sensación del jazz desde la edición de su alabado triple disco «The Epic» (2015).
Acompañado por una fabulosa y multitudinaria orquesta, con sección de cuerdas incluida, el carismático saxofonista ofreció una hora de jazz intenso, absorbente y espiritual.
«La diversidad no es algo para ser tolerado sino para ser celebrado», dijo Washington en uno de los conciertos de Coachella 2018 que con seguridad quedará en el recuerdo de los asistentes.
Y es que, en su adiós, el festival guardó bocados para todos los paladares: guitarras para los fans del rock alternativo con los renacidos A Perfect Circle, y propuestas más singulares como la de John Maus, un músico de pop de sintetizadores con ambiente oscuro, y que en directo suelta alaridos y se golpea como si estuviera poseído.
Después de tres jornadas repletas de conciertos, Coachella regresará del 20 al 22 de abril con su segundo fin de semana, en el que se repetirá exactamente la programación musical de estos días.